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Las instituciones de tecnología financiera realizan un gran esfuerzo de la mano de instituciones como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores para evitar ser utilizadas con fines ilícitos

Las instituciones de tecnología financiera (ITF) son susceptibles de ser usadas por el crimen organizado y sus operadores financieros para aparentar que los recursos de procedencia ilícita que manejan son legales.

Pese a que estas compañías son supervisadas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), y a que deben realizar una serie de acciones y protocolos preventivos, hacen un esfuerzo mayor para prevenir el lavado de dinero.

Ante este reto, especialistas recomiendan implementar una serie de candados para evitar que sean usadas para actividades ilícitas.

De acuerdo con Alondra de la Garza, experta en prevención de lavado de dinero de la firma auditora Salles Sainz Grant Thornton, los riesgos son cambiantes y evolutivos, por lo que las empresas de tecnología financiera deben modificar constantemente sus sistemas de seguridad e ir mejorándolos.

Tras ser autorizadas por la CNBV, las ITF, especialmente las Instituciones de Financiamiento Colectivo y las de fondos de pago electrónico como Doopla o Yo te presto, se vuelven sujetos obligados.

Una de las áreas en las que deben cumplir ante la CNBV es la prevención de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita y Financiamiento al Terrorismo.

El objetivo de las áreas de cumplimiento de las ITF que se encuentran a cargo de los Oficiales de Cumplimiento y de los Comités de Comunicación y Control, es gestionar el riesgo de que operadores financieros del crimen organizado laven dinero a través de las empresas de tecnología financiera.

Juan Carlos Flores, CEO y fundador de la fintech Doppla, explica que al momento de constituirse una ITF, esta deberá prever la existencia de diversos departamentos que cumplan con las disposiciones establecidas por la CNBV.

“En el caso de las ITF, al tratarse de entes regulados, monitoreados, supervisados y vigilados por la CNBV, debemos dar cumplimiento a lo establecido en las disposiciones generales del artículo 58 de la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera, mejor conocida como Ley Fintech, que abarca varias aristas.

“Debemos tener un Manual de Cumplimiento y un oficial de cumplimiento plenamente certificado ante la CNBV; contar con un modelo de KYC (conocer a tu cliente), otro basado en riesgos y practicar auditorías anuales, en este caso a través de un experto auditor certificado que analice todas y cada una de nuestras actividades. Al mismo tiempo, nosotros debemos dar aviso a la CNBV de cualquier actividad inusual que nuestros sistemas detecten”, explica.

Primer paso: conocer a tu cliente

Alondra de la Garza asegura que el primer paso para prevenir el lavado de dinero a través de una ITF y de cualquier otra institución financiera es conocer el origen de los recursos.

“Lo primero que nos preocupa cuando hablamos de lavado de dinero es el origen del dinero, la premisa para conocer el origen del dinero es conocer al que trae los recursos, en este caso los clientes, entonces el enfoque más grande de la prevención del lavado de dinero, cuando analizamos la legislación mexicana y también la internacional, es justamente todo lo que vas a hacer, en este caso las instituciones, todo el esfuerzo que se hace para identificar y conocer al cliente, que es justo ahí cuando conocemos el origen del dinero.

“Basilea (marco internacional regulador para los bancos) nos dice que la primera línea de defensa es cuando tus personas, ejecutivos, plataformas y demás se enfocan en conocer a esa persona que va a trabajar contigo, que va a operar recursos contigo”, menciona.

De la Garza explica que las ITF se enfrentan al hecho de comenzar una labor efectiva de prevención desde su comienzo, así como la gestión de los riesgos de operaciones con recursos de procedencia ilícita, acciones que equilibrarán conforme el sector de tecnología financiera crezca y madure, hasta llegar a un punto de estabilidad.

Tras identificar a sus clientes e inversionistas, la creación de un Manual de cumplimiento deberá responder a las preguntas: ¿qué?, ¿quién?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde? y ¿por qué?

El Enfoque Basado en Riesgos sirve para conocer hasta qué grado está expuesta una ITF en particular a delitos como el lavado de dinero respecto a elementos como productos y servicios, países y áreas geográficas, clientes y usuarios, transacciones y canales de envío o distribución.

La creación de estructuras internas, el uso de infraestructura tecnológica, la entrega de reportes y la realización de auditorías, son otras de las obligaciones de las ITF para ayudar a prevenir y evitar el lavado de dinero.

Aliados contra el delito

De acuerdo con Alondra de la Garza, el régimen de prevención para evitar la operación con recursos de procedencia ilícita se compone de la Secretaría de Hacienda y Crédito y Público (SHCP), órgano regulador del que emanan las leyes que rigen las operaciones de las ITF; los supervisores, como la CNBV; y los sujetos obligados, es decir, las fintech, que son quienes comunican a la autoridad cualquier actividad  sospechosa.

Los reportes creados por las ITF son entregados a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la SHCP, que los analiza y en caso de encontrar elementos de sospecha los deriva a las fiscalías.

Respecto a los aliados particulares que apoyan la lucha contra el lavado de dinero en las ITF, se encuentran todos aquellos que trabajan de cerca con las Fintech.

“Cuando hablamos de aliados para la prevención, hay varios como los auditores, proveedores de listas, toda la parte de sistemas y capacitación. 

Las instituciones de tecnología financiera cuentan con una serie de apoyos estratégicos en su labor de prevención de lavado de dinero. Foto: Especial

En cuanto a entes privados, pueden ser todos aquellos que funjan como proveedores de medidas antilavado, todos los que brindan un servicio para que se pueda llevar a cabo la prevención. Todo depende de la arista desde la que lo veamos”, explica De la Garza.

La especialista en prevención de lavado de dinero de Salles Sainz Grant Thornton asegura que la implementación del aparato antilavado al interior de las ITF es costoso para las empresas y difícil de instaurar.

“Cualquier sistema financiero, es decir de ‘compliance’ (esquema empresarial de organización, regulación interna y externa, gestión y supervisión) cuesta mucho dinero a las instituciones financieras que tienen que hacer una asignación de recursos económicos, humanos y técnicos, entre otros.

“Un régimen de ‘compliance’ siempre resulta una carga para el negocio, sin embargo, cuando la empresa hace un análisis del riesgo que representa ser vulnerables ante el crimen, se entiende que es algo necesario”, dice De la Garza.

Tanto Juan Carlos Flores, CEO de Doopla, como De la Garza, enfatizan que el cumplimiento de las medidas antilavado no es opcional y, aunque en el pasado hubo reticencia por parte de algunos sujetos obligados, el cumplimiento a la ley se impuso.

“El tema de la prevención de lavado de dinero no es opcional, hay algunas entidades que en el pasado oponían cierta resistencia, pero no hay alternativa”, asegura Alondra.

Un camino cuesta arriba

Debido a que se tratan de instituciones financieras jóvenes, la mayoría de las ITF han tenido que implementar y cumplir con medidas en contra del lavado de dinero prácticamente desde que fueron constituidas.

“Las disposiciones antilavado de una ITF son las más sofisticadas del sistema financiero, incluso más que las de la banca tradicional en algunos puntos, por ejemplo, a las ITF, de origen, se les ordena que tengan un oficial de cumplimiento certificado. No hay ningún otro sector que tenga esa obligación, aunque en algunas instituciones se está haciendo por una mejor práctica”, explica Alondra de la Garza.

De acuerdo con la experta en prevención de lavado de dinero de Salles Sainz Grant Thornton, el reto más grande al que se enfrentan las ITF, a quienes denomina “el nuevo hijo del sistema financiero”, es implantar una cultura de cumplimiento de origen, aunque reconoce que este es el desafío de cualquier institución financiera que tenga obligaciones antilavado.

A pesar del establecimiento de medidas antilavado claras, las instituciones de tecnología financiera aún se enfrentan a una serie de retos para cumplir con esta labor de manera efectiva. Foto: Especial

“Por eso es muy importante cuando hablamos de implantar una cultura de cumplimiento que desde las cabezas de los negocios, accionistas y consejo, hagan ver lo importante que es prevenir el lavado de dinero.

“La mayoría de quienes están obteniendo autorizaciones para operar como una ITF lo tienen muy claro y saben que la única opción es irse profesionalizando y madurando como lo han hecho el resto de las instituciones financieras de este tipo”, asegura Alondra.

La experta antilavado reconoce que el cumplimiento de las medidas para evitar el lavado de dinero siempre es un camino cuesta arriba.

“El cumplimiento es una tarea difícil, nunca vamos a ver que las obligaciones disminuyan, al contrario, siempre nos van a poner la vara más alta y entonces eso exige a los sujetos obligados y a nosotros, los auditores y consultores, que siempre estemos preparándonos, que siempre estemos retándonos en lo que tenemos que hacer, en lo que tenemos que aprender y en la concepción de las medidas preventivas”.

Fuente Reporte Índigo