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El caso del Banco del Bienestar acaba de revelar lo que puede ser una auténtica bomba para el Estado mexicano y el sector financiero: el origen sospechoso de una parte de las remesas que llegan de Estados Unidos al país y que, en el contexto de una relación cada vez más friccionada con nuestro vecino del norte, podría convertirse en otro motivo de choque o riesgo de ser investigado por presunto lavado de dinero.

Para empezar, el Banco del Bienestar, que sustituyó al Bansefi, ha sido un desastre. Apuntaba a convertirse en la institución financiera a través de la cual se dispersaran los recursos de los programas sociales, pero acabó hundida en la corrupción, los malos manejos, con tres titulares en lo que va del sexenio y ahora con sospechas de fraude y uso de recursos de dudosa procedencia.

Tras el probable escándalo de la recepción de remesas producto de actividades ilícitas, el Presidente le lanzó un último salvavidas a su banco. Por recomendación de funcionarios de Hacienda y con cierta presión de instancias internacionales decidió sacarlo del negocio de las remesas.

Desde los días previos a la Convención Bancaria, luego de ser enterados de que el gobierno cancelaría algunas cuentas en la banca privada, el gremio de los banqueros se cuestionaba la viabilidad de concentrar la operación financiera del gobierno en el banco oficial de reciente creación, justo por los riesgos que representaba el tener en la panza unos 3 mil millones de dólares en envíos de los Estados Unidos.

Según cálculos no oficiales, compartidos por algunos banqueros de forma confidencial para esta columna, entre 20% y 30% de las remesas provenientes de Estados Unidos podrían ser resultado de una actividad ilícita o caer en el supuesto de lavado de dinero. En números fríos son alrededor de 17 mil millones de dólares los que podrían estar siendo objeto de un proceso de lavado de dinero y que, si se guarda esa proporción, hasta 900 millones de dólares se habrían enviado al Banco del Bienestar.

Aun si la proporción de dinero de procedencia ilícita fuera infinitamente menor, el riesgo para el banco del gobierno mexicano se mantiene igual. Tan sólo el manejo de un dólar proveniente de actividades delictivas es suficiente para que los organismos de combate al lavado de dinero y financiamiento al terrorismo pongan en jaque la operación de toda la institución, bloqueando de tajo todas sus operaciones.

Es el mismo principio con el que se impidió la aprobación de la iniciativa que obligaba al Banco de México a comprar los remanentes de dólares de las instituciones privadas para integrarlos a las reservas internacionales, impulsada a finales de 2020 por Morena.

La premisa es simple: el dinero malo contamina al bueno, y si en aquella ocasión el riesgo consistía en contaminar las reservas internacionales del país, en el caso de las remesas, el Presidente debe entender perfectamente que podrían contaminarse en el Banco del Bienestar los multimillonarios recursos dirigidos a los programas sociales.

La participación del gobierno en este mercado de remesas quedará ahora en manos de la llamada Financiera para el Bienestar, es decir la otrora Telecomm Telégrafos, con mil 700 sucursales alrededor del país que seguirán compitiendo con firmas como Western Union, MoneyGram, Viamericas, Ria Money Transfer, Pagaphone Smart Pay, Golden Money Transfer, Oxxo e incluso Inbursa.

El riesgo para una empresa pública que carece de permisos y funciones para almacenar dinero es significativamente menor, por lo tanto es razón suficiente para cambiar la estrategia, aunque en el discurso el racional de la decisión es que con Financiera para el Bienestar se busca minimizar los costos de los envíos para que los dólares tengan un mayor rendimiento.

Posdata 1

La ruptura entre los senadores del PRI va a dejar varios cadáveres. Primero, el presidente del PRI, Alejandro Moreno –que ha ido capoteando toda clase de acusaciones en su contra, quién sabe hasta cuándo–, terminó ganándole la partida a Miguel Osorio Chong, a quien defenestraron ayer de la coordinación del partido en la Cámara Alta.

Queda claro que el grupo de Alito se impuso al del exsecretario de Gobernación, quien evalúa, junto con su amiga la senadora Claudia Ruíz Massieu, pasarse a la bancada de Movimiento Ciudadano. La excanciller lleva tiempo sondeando esa posibilidad y este podría ser el momento decisivo.

Por lo que hace a otro senador del PRI, el yucateco Jorge Carlos Ramírez Marín, este quiere dar el salto a Morena para poder competir por ese partido en la elección del 2024, cuando se renueva la gubernatura de Yucatán. El todavía senador priista ya ha platicado con varios integrantes de la 4T al respecto.

Así que el PRI de Alito Moreno se resquebraja más y más.

Posdata 2

El SNTE mostró músculo en la concentración del 85 aniversario de la Expropiación Petrolera que encabezó el sábado pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Alfonso Cepeda, dirigente nacional del magisterio, le dijo a las y los maestros que asistieron de todo el país que su presencia era para hacer patente su respaldo al Presidente de la República, a quien se refirió cómo un férreo defensor de la escuela pública. “Cómo no apoyar a quien nos cuidó, a quien nos respaldó durante la pandemia”, señaló.

Vaya llamado a los integrantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, que por lo que se ve van a respaldar a cualquiera de las “corcholatas” de Morena rumbo al 2024.

Cepeda también hizo alusión a la situación del magisterio en Nayarit, a cuyo gobernador, Miguel Navarro, calificó como el enemigo número uno de los trabajadores de la educación de México, por la ley que reforma al Sistema de Pensiones y Jubilaciones, la cual afecta las prestaciones de las y los maestros de la entidad.

El dirigente sindical pidió apoyar a las dos secciones sindicales de Nayarit y advirtió que harán todo lo que sea necesario para defenderlos.

Posdata 3

Además del canciller Marcelo Ebrard, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, entró a la defensa de México frente a los múltiples embates de algunos congresistas republicanos y también de funcionarios del gobierno de Joe Biden.

El presidente López Obrador ya tronó contra lo que llamó despectivamente “el departamentito” del Departamento de Estado de Estados Unidos por el reporte sobre los derechos humanos en México, cuyas conclusiones consideró son “politiquería”.

Ayer, tras la insistencia de congresistas republicanos, el secretario de Estado, Anthony Blinken, reconoció que el narcotráfico controla algunas regiones de México. El canciller Ebrard desestimó la declaración y dijo que ambos países trabajan de manera coordinada.

Por su parte, Adán Augusto López aseguró que gracias al trabajo comprometido de las fuerzas armadas y de los gobernadores, y a la labor coordinada de las instancias del gobierno federal, el país está saliendo a flote.

Fue en la Cuarta Sesión Extraordinaria del Consejo Nacional de Seguridad, en Oaxaca, donde el secretario de Gobernación habló del tema de seguridad, el cual será clave para sus aspiraciones presidenciales, lo mismo que para Ebrard la relación con Estados Unidos.

Fuente El Universal